Hace unos días, nuestra residente Vanessa Ayala, publicaba una entrada, a propósito de una sesión clínica sobre la
atención al adolescente donde manifestaba que
“Físicamente el adolescente puede ser considerado un individuo sano, que enfermará en escasas ocasiones”, una líneas más abajo podemos leer
“… debido al sentimiento de invulnerabilidad y omnipotencia del adolescente, hay que tener presente que esto le puede llevar a mantener conductas de riesgo (tabaco, alcohol, drogas, etc).” Esta hipótesis parece haberse hecho realidad, ya que
por primera vez mueren más adolescentes que niños en el mundo. Me ha llamado la atención el estudio, publicado en
The Lancet, donde se analizan datos de mortalidad en las últimas cinco décadas en 50 países de altos, medianos y bajos ingresos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario