No corren buenos tiempos para la medicina de familia y se celebra el
Día de la Atención Primaria. Los profesionales de la salud instan al cambio, mientras procuran mantener alta su moral. Asisten desde hace mucho tiempo al
deterioro del sistema sanitario hispano, e impotentes sufren en un
primer nivel asistencial desnortado y degradado. Un hecho clave: “
Los que mandan saben poco de centros de salud y de la sanidad pública porque no la usan”. En realidad persisten ambulatorios, llamados eufemísticamente centros de salud. En ellos: papeles, papeles y papeles. A menudo sobrecarga y caos organizativo, para enloquecer. Muchos dicen que esto no hay quien lo aguante, que es infumable.
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