Imagina por un momento uno de tus pacientes. Es un varón de mediana edad, con un nivel educativo medio-alto, conexión a Internet en el trabajo y en casa y, por tanto, con cierta habilidad para manejarse por la Red. Imagina que tiene un diagnóstico de depresión. Nada grave. Pero requerirá tratamiento farmacológico. Ahora que está de baja y tiene más tiempo libre, podrá dedicar parte de su tiempo a buscar información sobre su enfermedad. Encuentra varios sitios interesantes. Y un blog -como éste, como tantos- en el que ocasionalmente se habla de depresión. Read more at elrincondesisifo.wordpress.com |
No hay comentarios:
Publicar un comentario