| Sorprende que el Clínico de Barcelona, que convoca y envía notas a la prensa todas las semanas, no encuentre el momento de informar sobre la reforma de sus estatutos, que incluye la entrada de capital privado en la institución (consorcio público vinculado al Servicio Catalán de la Salud). La actual dirección general no sólo no ha expuesto a la luz pública ese proyecto sino que tampoco lo ha detallado al conjunto de sus médicos y resto de trabajadores ni a buena parte de sus cargos y directivos, según ha podido comprobar este periódico. El comité de empresa ha solicitado hablar con el presidente del patronato que gobierna el hospital, Xavier Pomés (ex consejero de Sanidad de la Generalitat), e incluso ha acudido en busca de información sobre su situación jurídica actual y de apoyo al Ministerio de Sanidad y al Parlamento autonómico. El silencio sobre esta reforma y las prisas por rubricarla sin debate interno, sectorial y político previo casan mal con el protagonismo mediático del centro y con lo que cabe esperar de un hospital que ha logrado ser una referencia para todo el SNS. |
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