En un par de días he recibido solicitudes para emitir diferentes informes/justificantes (para no declarar en el juzgado, para no formar parte de una mesa electoral, para la adaptación de un puesto laboral, para apelar una multa de tráfico…) que me han hecho volver la cabeza y retomar el eterno problema: la sobrecarga de las consultas por asuntos burocráticos o no estrictamente médicos. Y es que
el médico de cabecera, cuando interesa, vale para todo, especialmente para lo que nadie quiere, ni funcionarios ni demás facultativos.
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