Después de las comidas, todo el flujo sanguíneo se concentra en el aparato digestivo, dejando menor cantidad de sangre en el resto del cuerpo. Si durante este proceso se produce un cambio brusco de temperatura, la sangre que está en el tubo digestivo ha de dirigirse hacia otros órganos, como la piel por ejemplo, para contrarrestar el efecto, lo que puede provocar el cuadro de síntomas que se conoce como “corte de digestión”.
Del mismo modo, un individuo puede sufrir este trastorno tanto si se mete en el agua fría del mar o la piscina de golpe, como si ingiere bebidas muy frías o si realiza unejercicio físico intenso. |
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