La sanidad pública española no es gratuita. Se financia por los impuestos y por una serie de "copagos" directos en relación a los medicamentos y otros productos sanitarios. Las personas "activas", es decir no pensionistas porque los parados también pagan, abonan el 40% del precio venta al público de los medicamentos recetados. Los afiliados a
MUFACE, ISFAS y Mutualidad General Judicial abonan el 30%, tanto los activos como los pensionistas; además tiene
subvenciones a otros productos que en el régimen general no se tiene. Hay limitaciones a este pago en base al precio final del medicamento o al valor que se le da al mismo (cícero o punto negro) en todos los colectivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario