Blog La estela de Bohr

Tecnología contra el contagio

La naturaleza del rugby implica que sea un deporte proclive al contagio de enfermedades cutáneas. Incluso se ha sumado a otros deportes de contacto a la hora de donarle el nombre a un tipo de herpes: el herpes rugbiorum (aunque no sea la denominación más extendida). Para evitar el contagio de enfermedades de la piel, así como de resfriados, gripes o incluso meningitis son importantes medidas de higiene básica como la limpieza corporal y de la equipación, pero también evitar compartir objetos personales como las botellas de agua. Estos riesgos llevaron a suspender la competición en algunos países como Argentina durante la epidemia de gripe A de 2009.

En el deporte de la pelota ovalada han encontrado una manera para atajar algunos de los peligros del continuo intercambio de botellines durante entrenamientos y partidos. Los asiduos a las  retransmisiones de la Heineken Cup, la máxima competición europea de rugby,  se habrán percatado de que algunos de los equipos utilizan unos botellines con un diseño especial. La idea, originaria de un exjugador de rugby australiano, es evitar el contacto con la boquilla de la botella. Así, al apoyar la barbilla en una palanca añadida en en la parte superior de la botella, el liquido sale automáticamente sin tocar la boca.

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