Las sociedades occidentales han experimentado un increíble desarrollo basado en la tecnología. Nos rodeamos de máquinas como coches, teléfonos móviles, ordenadores y demás, nos identificamos con ellas. A muchos les duele más un rallón en la carrocería de su automóvil que una herida en la piel...
Pero no somos nuestras máquinas, somos nuestro cuerpo. Olvidarnos de él siempre trae problemas y lo hacemos cuando no lo cuidamos bien, cuando no le dedicamos tiempo. En las apretadas agendas no suele caber un rato de paseo, de correr, de hacer deporte. Preferimos el coche al caminar, preferimos la silla al movimiento.
Es un error, el diseño anatómico y funcional de nuestro cuerpo está enfocado al movimiento. Estamos hechos para andar y correr, y además lo podemos hacer excelentemente. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario