20 marzo 2011
Desde hace unos años estamos asintiendo a una explosión del corpus bibliográfico de los humildes tapones de cera, un problema muy común pero descuidado de investigación y, por ello, pasto fácil de la especulación y la “”experiencia”, cuando no de la superchería. También de conflictos con mi (s) enfermero (s) a los que dedico este post
La cera del oído impactada es a una de las razones más frecuentes de consulta a los médicos de familia dentro de la esfera ORL, dado que puede causar disminución de la audición, malestar y a veces dolor y mareos se deben tratar al menos cuando causen estos síntomas. Las gotas óticas (a base de aceite o agua) se suelen prescribir para eliminar la cera o para ayudar al lavado posterior con jeringa si fuese necesario.
Read more at rafabravo.wordpress.comTras una insólita guía de práctica clínica sobre lo tapones de cera en los oídos (insólita por desacostumbrada) publicada por la revista Otolaryngology Head and Neck Surgery como suplemento del mes de septiembre de 2008, salió a la luz en 2010 un informe de la agencia de evaluación de tecnologías inglesa sobre la efectividad y seguridad de los diferentes métodos de extracción de tapones de cerumen. Ahoras se publica por la revista Annals of Family Medicine un ensayo clínico aleatorizado que compara la irrigación de agua con jeringas tipo pera por el mismo paciente con el tratamiento habitual en un centro sanitario y a la vez analizan sus efectos sobre la utilización de los servicios de salud.

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